La carta indica que reportes de medios de 2019 mostraban que la aplicación Messenger Kids de Facebook, destinada a niños de entre seis y 12 años, “contenía un defecto de diseño significativo que permitía a los niños eludir las restricciones en las interacciones en línea y unirse a chats grupales con extraños que no estaban aprobados por los padres de los niños”.