Quizás sea demasiado pronto para vaticinios, pero a juzgar por el ascenso de casos positivos a la COVID-19 ayer y hoy —cuando se han reportado 37 y 55 enfermos, respectivamente— la meseta no tendrá, por el momento, el curso normal que dictan los expertos: de la línea rectilínea uniforme a la picada.
Empezando que el camino no ha sido ni tan recto ni libre de tropiezos. Los 55 nuevos contagios computados al cierre de la jornada anterior nos vuelven a poner al borde del despeñadero. Analícelo como lo analice significan no solo 18 casos más que los reportados ayer, sino también el descontrol de una pandemia que viene poniendo cuesta arriba a no pocos municipios.
Porque si bien es cierto que la capital provincial continúa siendo el epicentro de este rebrote —como ha sucedido por lo regular— con 22 pacientes al cierre de la jornada precedente, Jatibonico ha venido experimentando un ascenso tan acelerado como peligroso: 17 personas infectadas por el nuevo coronavirus.
Y en complejidad le sucede Trinidad donde residen una decena de los casos confirmados y después Taguasco —que también ha venido agravándose— con cinco y, por último, La Sierpe, con un enfermo hoy.
De la complicación epidemiológica que no cede da fe el incremento exponencial de las tasas de incidencia de casos confirmados de la mayoría de los territorios de la provincia. A la provincial que en la última quincena es de 84. 70 por 100 000 habitantes —lapso en el que se han diagnosticado 392 contagios—, la superan, en primer lugar, Jatibonico con 145. 81 y 62 pacientes diagnosticados en los 15 días.
Igualmente, por las nubes anda La Sierpe con 132. 12; sucedido de Sancti Spíritus, 105. 55 y Trinidad, 89. 32. No obstante, Taguasco también ha experimentado un despegue para nada despreciable: 81. 48.
Y lo advertía la doctora Agnie Fernández González, asesora del programa de Infecciones Respiratorias Agudas y Tuberculosis: “La cifra se está elevando comparando esta semana con la anterior; los casos han ido subiendo, por tanto, no debemos bajar la guardia”.
De los días por venir, posiblemente, aún reste mucho por escribir.