El proyecto de ley, aprobado por una votación de 66 a 43, requerirá que los reclusos condenados elijan recibir un disparo o electrocutarse si no se dispone de drogas inyectables letales. El estado es uno de los nueve que todavía usa la silla eléctrica y se convertirá en el cuarto en permitir un pelotón de fusilamiento.