Hubo un abril, el de ese macabro 2021, que terminó con mi país destrozado bajo el comando de un Genocida y su pandilla de inútiles para otra cosa que no sea la complicidad con el horror. Son más de 400 000 muertos por COVID. La perspectiva es que hasta fines de junio se alcance la marca de 500 000 muertos. De los 5.170 municipios brasileños, solamente 49 tienen una población de medio millón de habitantes. Esa la dimensión de la tragedia. Del genocidio.