Azucarero hasta los tuétanos, Manuel Merino Amador nunca dejó de participar en un desfile por el Día Internacional de los Trabajadores. Él siempre estuvo ahí, en primera línea, en primera fila, dice del otro lado del teléfono y se le quiebra la voz al eterno empleado del central Jesús Rabí, en la provincia de Matanzas.