César López pasa delante de nuestros ojos, a ritmo de jazz y en tiempo de crónica. En el camino, nos retrata a la Cuba que le late dentro y por quien él late. Tal vez por eso no existe fama que le haya hecho alejarse: “Cuba es la tierra donde nací; la tierra que llevo en el alma todos los días. La quiero, la respeto y la llevo todos los días en mi corazón”.