Pocos espacios de Venezuela son tan enigmáticos y atractivos como la antigua Casona Presidencial. El inmueble conserva anécdotas e historias que se cuentan de boca en boca y se trasmiten de generación en generación. Las más apasionantes sin dudas: la humildad de Chávez y la dignidad de Fidel; dos gigantes que también viven allí y que desde la inmortalidad aún tejen sueños de igualdad y justicia social para los pueblos de la región.