La exposición continuada a pantallas y a las redes sociales está directamente relacionado con una serie de riesgos para los niños y adolescentes como obesidad, menor bienestar psicológico, disminución de la felicidad y calidad del sueño, aumento del riesgo de depresión y hasta con el suicidio juvenil. El 59% de los adolescentes se ha sentido intimidado en las redes sociales.