La turbina de 680 toneladas, bautizada “O2” es un ejemplo notable de la innovación británica en materia de tecnología limpia. La máquina tiene la capacidad de generar suficiente electricidad limpia para satisfacer la demanda de unos 2 000 hogares del Reino Unido y compensar aproximadamente 2 200 toneladas de producción de CO2 al año.