Todo desarrollo nace de una diferencia, de una insatisfacción, de una contradicción. Y claro que hay contradicciones mal intencionadas y tóxicas. Pero unas, no pueden desacreditar a otras. Hay discrepancias y discrepancias. Discrepar para colaborar. Discrepara para avanzar juntos. Vale la pena… volver a escuchar.