Granma rompió pronósticos, venció a la COVID-19, se creció ante notables ausencias, deudas de entrenamiento, lesiones; llegó a ganar sin refuerzos en una atípica temporada, en la cual no hubo público en los estadios, pero sí muchas ganas de ganar, respeto a la camiseta y deseos de conquistar el tercer trofeo de su historia en Series Nacionales.