Notables enfrentamientos retóricos a muy alto nivel, ocurridos recientemente entre Estados Unidos, de un lado y, Rusia y China, de otro, han hecho que analistas se pregunten si estamos en el inicio de una nueva guerra fría. Una conclusión se desprende, por si a alguien le quedaba duda: Moscú y Pekín, aunque sin caer en provocaciones, no se cruzarán de brazos frente a la ilimitada insolencia y arrogancia de Washington.