Una cuarta parte de las muertes diarias por COVID-19 en el mundo suceden en Brasil. En los últimos siete días, el promedio nacional se estima en 2.400 decesos, pero el país podría experimentar una situación aún peor dentro de unas semana. Según los cálculos, el pico en el país suramericano podría situarse pronto en 4.000, ya que este viernes marcó un nuevo récord con 3.650 decesos.