El porcentaje de efectividad de una vacuna se mide en la famosa fase 3, que es en la que se encuentran diversos proyectos de vacuna. Medir la eficacia, sin embargo, resulta más complicado pues de lo que se trata de saber es en qué medida esos anticuerpos que sabemos que van a estar ahí son capaces de frenar al virus en la vida real.