Érase un niño que, en lugar de querer ponerse la capa de Superman o imitar a otros héroes al estilo de las historietas de turno, soñaba con vestir una bata blanca de médico para cuidar y curar a las personas. José Denis Mejía recuerda esa anécdota de su infancia y que cuando era pequeño padecía de asma y admiraba cómo los doctores lo ayudaban a él y a los demás.