La lógica más elemental nos conduciría a pensar que, un año después, los problemas persistentes de la plataforma Tu Envío quedarían atrás como un viejo recuerdo. Si de tiendas virtuales se habla, es imposible cerrar la conversación sin un sentido colectivo de frustración y desencanto. ¿Hemos logrado dar el salto de calidad tan ansiado por la población y tan demandado por la dirección de gobierno?