Es difícil escuchar el nombre de José Raúl Capablanca Graupera sin imaginarse un tablero de 64 casillas, con sus 32 piezas —mitad negras, mitad blancas— dispuestas en perfecta simetría para ser comandadas por el Gran Maestro cubano.Hasta el día de su muerte estuvo integrado al Servicio Exterior de Cuba.