Rebosaban energía en la edad cuando se abrían a los sueños, los primeros amoríos y al descubrimiento de la vocación. Con sigilo, en la capital del país, donde se concentraba el núcleo fundamental de las fuerzas represivas, organizaron el asalto al Palacio Presidencial. Querían ajusticiar al tirano en su madriguera. A la salida de Radio Reloj —donde había dirigido una alocución al pueblo el 13 de marzo de 1957.