Los más de 300 millones de mujeres que habitan América Latina y el Caribe padecen más el impacto de la pandemia. Hoy son más pobres, registran mayor desempleo y precarización. La brecha salarial se mantiene: ganan menos que los hombres. Las denuncias por violencia intrafamiliar aumentaron. Los feminicidios son una epidemia aparte.