Gambito de Dama es un relato de ficción, pero no un sueño imposible. Su mayor valor, desde mi punto de vista, es la manera en la que Beth puede convertirse en inspiración para mujeres y niñas; no solo por el placer mismo de jugar, sino desmontando, de paso, los estereotipos sexistas que intentan convertir en rareza y excentricismo la práctica femenina del ajedrez en certámenes de élite.