La abulia, el acomodamiento o la desidia con las que a veces se asumen determinadas responsabilidades contraría la intensidad, el compromiso y el sentido de la urgencia que se exige hoy en función de estas, desde las cuales se demanda preocuparse por todo lo que afecte la Revolución, estar inquietos, molestos frente a lo mal hecho, activos y sensibles con los problemas de la población, como se señaló en el mencionado encuentro.