No se trata de una cuestión menor: una cosa es que la UE se enfade por el desprecio de Lavrov a la UE en Moscú. Ahora bien, la posibilidad de que EEUU escuche, pero no oiga a Rusia y China, es otra muy distinta. El hecho de no escuchar, de no entender a estos dos Estados, afecta a cuestiones de guerra y de paz internacional.