Desde que triunfó la Revolución Cubana, el imperialismo usó todos los recursos posibles para satanizarla, y presentar a Fidel Castro, como el demonio; así el dirigente cubano encarnaba todos los males. Es común ver en los medios de comunicación enemigos de la Mayor de las Antillas, que la Revolución Cubana y Fidel Castro despiertan odios; pero no se dice, ¿en quiénes despierta odio?