La pornovenganza, el acoso tecnológico, el control, el chantaje y otras expresiones de violencia hacia las mujeres, sobre todo, han salido del sexting y del uso inadecuado de los datos privados y la confianza. Tras experiencias traumáticas como estas, poco nos detenemos a pensar en qué es esta otra forma de explorar la sexualidad, y sus beneficios y riesgos.