La partida dejó fuera a los que no pudieron botar la gorda y se fueron tumbando con esa carga pesada que había arrastrado a este país hasta uno de los abismos más oscuros de su historia. De entonces en adelante por mucho que han tratado de regresar, agachados y sigilosos, pretendiendo apropiarse de las mejores fichas, al final siempre se les ahorca el doble nueve.