Loida Leal Martín desconoce hacia dónde la llevará el rastro de la COVID-19 en los próximos días o semanas, qué puertas tocará o qué rostros verá. Solo se centra en ese pensamiento que se repite cada mañana antes de salir de su casa: “No me voy a enfermar, me voy a proteger y voy a ayudar. Esta enfermedad terminará pronto”.