A pesar de las convenciones internacionales que fundamentan la ilegalidad de la base naval de Estados Unidos en territorio de Cuba, hoy ese enclave militar continúa violando la soberanía de la nación caribeña. Su permanencia califica como un acto de colonialismo, si nos basamos en la resolución No.1514 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas del 14 de diciembre de 1960.