“Hace casi un año ella entró al hospital con su pelo largo, al igual que yo, y cuando se le cayó, tuve que cortarme el mío, era terrible ver a mi única hija hembra así y yo con mi pelo por la cintura. Tenía que sentirme al mismo nivel que ella, para que, a pesar de su corta edad, supiera que lo estábamos sufriendo juntas”, comenta la mamá de Elizabeth.
Irrupciones de El Ciervo Encantado: performance y desafío en Cuba
Consecuente con una línea de trabajo que va dilatando en una propuesta cada vez más retadora sus preceptos fundacionales, El Ciervo Encantado se ha convertido