En apenas cuatro años de mandato, el exmandatario aplicó contra Cuba unas 240 medidas unilaterales que dañaron a los pueblos de ambos lados. Trump tuvo a la Isla como una obsesión, una piedra en el zapato que no pudo sacarse por mucho que intentó. No quiso sacar a la luz la verdad sobre los supuestos ataques sónicos, más bien lo entorpeció. Su administración intentó que funcionara el efecto Woozle, pero hay jugadas que no salen bien y a veces nos pisamos nuestras propias huellas buscando otras.