El martes dos de febrero amanezco con la nariz borrada. Carecen de olor el café colado, el pan, el jabón, las especias, los perros, el escape del camión del vecino. Voy a la colonia masculina de aroma picante. Al pote de mentol. Estrujo las hojas de la menta. En vano. Busco en Google. La pérdida de olfato es un síntoma de la COVID-19.F