Renuncias a la comodidad y tranquilidad de los hogares como apuestas por el bienestar de otros, pasos para romper la soledad de muchos con un gesto de solidaridad, rutinas robadas bajo las órdenes de la conciencia que llevan el objetivo de servir a terceros, son de las historias que escribe la juventud guantanamera en tiempos de pandemia.