Las comparaciones pocas veces tienen sentido cuando se ponen en la palestra a dos figuras que no cohabitaron en el mismo periodo y no se enfrentaron a rivales de similar calidad. Sin embargo, por más de diez años Lionel Messi y Cristiano Ronaldo han monopolizado el sitial más alto que puede tener un futbolista a nivel individual: ser el mejor de toda la historia, o, al menos, ser el mejor en lo que va de siglo XXI.