A sus 27 años, Jasiel Rivero tiene los pies en la tierra y las metas en el cielo. De su carrera recuerda también el bronce en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla-2018 y califica como el momento más feliz el día en que sonó el teléfono y le avisaron que sería profesional. La lesión y “el mal rato en Uruguay” constituyen, sin duda alguna, el pasaje de mayor oscuridad.