Aquel 12 de septiembre de 1998, acorralado por ametralladoras en su sencilla casa, a Gerardo Hernández Nordelo le revisaron hasta la boca con una linterna. Más de dos décadas han transcurrido, tiempo en el cual su identidad falsa quedó atrás, y ya en la Patria es de nuevo el hombre que conversa con sus vecinos y que ha encontrado entre los jóvenes motivos para sonreír.
Familia en Cuba saca partido al biogás y promueve sus ventajas
Los educadores Iris Mejías y su esposo Alexis García, ya jubilado, junto al biodigestor de geomembrana que desde diciembre de 2023 aporta unos cuatro metros