Cada día insisten en vendernos gato por libre. Toca a los que apostamos por el socialismo estar claros de la operación en marcha e implementar la estrategia de contención. Esta solo cumplirá sus propósitos si logramos –entre todos– renovar nuestra manera de dialogar con el pasado, romper con los obsoletos esquemas comunicativos que nos condenan al fracaso y modelar, en el fragor de la práctica cotidiana, una Cuba que se parezca más a la que soñamos.