Y son tiempos que, inevitablemente, requieren del hacer común; de “poner el hombro” y acompañarnos en el trabajo; de pensar, en primer lugar, qué necesitamos hacer como nación -sin intereses personales de por medio-, para superar nuestros actuales retos. En el esfuerzo conjunto de todos tenemos las mejores respuestas para crecernos, una vez más, también ante estas nuevas complejidades.