Febrero no se parece a Febrero sin la Feria del Libro. Imagino que decenas de escritores, cubanos y no, piensan igual. Y como no existe otro evento en Cuba capaz de arrastrar una multitud tan diversa, imagino también que la nostalgia desborda y cala a los miles que año tras año ensanchan los límites de la Fortaleza de La Cabaña.