La pasada semana, la vocero de la Casa Blanca anunció la voluntad del Gobierno de Joe Biden de revisar la política de EE.UU. hacia Cuba, cuyo rumbo fue notablemente escoriado por la anterior administración. Después de los numerosos pasos en el sentido correcto dados en el segundo mandato de Barack Obama, la administración Trump desbarató todo lo andado y crispó las relaciones al nivel máximo posible.