No hay palabra que califique en justa medida la aflicción, la tristeza colectiva que envuelve ahora mismo a todos desde Cauto Cristo a Pilón, y es que esos muchachos y muchachas eran parte de un contingente que Fidel calificó como Valientes, y fueron tras el sueño del Comandante en Jefe: fieles, dignos con la cabeza erguida.