El número de muertes por COVID-19 entre los latinos de Los Ángeles está alcanzando niveles tan alarmantes que los principales funcionarios de salud del condado lo han calificado de “francamente horrorosos”, lo que ha provocado nuevos llamados para que el gobierno haga más para ayudar a los trabajadores esenciales y a las personas que viven en condiciones densas y superpobladas.