Hay frases y palabras que se usaban mucho cuando yo era niño y que no escucho desde hace largo tiempo. Cuando se decía, por ejemplo. “se armó la de Pancho Alday”, ya se sabía que la cosa había terminado en tragedia, gritos, fajazón. Equivalía a “acabó como la fiesta del Guatao”, aunque nadie sabe con certeza qué pasó en dicha localidad.