Las Cataratas del Niágara se vistieron con las luces de Cuba, las de su bandera, en un homenaje cargado de sentido y simbolismo que, por esta vez, superó el lapso habitual de quince minutos concebido por el Comité de Iluminación y alumbró el espacio por cerca de cuarenta. La iniciativa celebró el Día Nacional de Cuba en esa nación norteña y el 168 del natalicio del más universal de sus hijos: nuestro José Martí, el día 28.