La foto de grupo pudo tener otro fondo que no fuera el ancho de la calle y los árboles del Vedado, pero no era el objetivo. No vende igual una imagen dentro del Ministerio de Cultura (con quien supuestamente piden dialogar) que los invitó una y otra vez a entrar a TODOS. No hay inocencia ni ingenuidad cuando el rostro se sustituye por celulares o se coloca en altavoz una llamada privada.