Así comenzó la Revolución que llevó a cabo la obra de Martí, de Maceo y de todos aquellos paladines ilustres, que cayeron en el camino sin ver libre un solo pedazo de tierra, que cayeron en el camino sin ver ondearse la bandera de la estrella solitaria en los lugares más altos de la patria, que cayeron en el camino sin ver borradas todavía las huellas terribles de la esclavización del hombre por otros hombres.