Esta vez la voz al teléfono lleva un timbre mágico, único; su mirada contagia y estremece, domina el espacio. En la recepción de la Escuela Especial Valle Grande, del municipio espirituano de Jatibonico, Elizabeth Guerra Morales se yergue, entre libros de firmas, listas, papeles… Ahora sigue siendo la mariposa de luz del prestigioso plantel educacional.