Hace unos días, mientras avanzaba entre el pasillo conglomerado de un P, me sorprendió la charla de algunos “compañeros de viaje”. Habitual ha sido desde que tengo uso de razón compartir cuanto debate pueda desprenderse del béisbol cubano y sus tantos temas candentes, mas ser testigo esta vez de una polémica sobre nuestro fútbol y sus jugadores fue, déjenme decirles, un descubrimiento agradabilísimo.