Rodrigo García Ameneiro es de esos jóvenes privilegios de los que se enorgullece nuestra música. Como si notas musicales le desandasen las venas o los sueños todos redundaran en el ADN de un piano. Cubadebate los acerca a los dos nuevos proyectos que le roban, por estos días, el sueño y las horas al talentoso artista.