Los principales obstáculos para Biden provienen no solo de la situación de depresión económica en Estados Unidos y el mundo, sino de la expansión de la influencia de China y su alianza con Rusia, ahora presente en todos los continentes. Si el siglo XXI empezaba con la disputa hegemónica entre el poder decadente de Estados Unidos y el surgimiento de un mundo multipolar, la crisis pandémica aceleró esa disputa a favor de China y Rusia.