Un enorme iceberg antártico que el mes pasado amenazó a una isla poblada por pingüinos en el extremo sur de América del Sur ha perdido gran parte de su masa y se ha roto en pedazos, dicen los científicos. El iceberg podría bloquear a los pingüinos de las zonas de alimentación si se aloja en la costa de la isla, o podría triturar el lecho marino y dañar significativamente la vida marina.