MADRID, España.- El Teatro de Variedades América, conocido entre los cubanos como el Teatro América, ubicado en la calle Galiano no. 253, esquina a Neptuno, de La Habana, abrió sus puertas el 29 de marzo de 1941.
Desde entonces se convirtió en uno de los sitios culturales más reconocidos del país tanto por la calidad de sus espectáculos como por su valor arquitectónico.
Con capacidad para 1775 espectadores, contó con la tecnología más moderna de la época, como sistema de iluminación multicolor automático, amplificación de audio y un equipo cinematográfico Western Electric de tres proyectores.
Durante todos estos años ha acogido eventos nacionales e internacionales y proyectado espectáculos abarcando casi todos los géneros musicales, shows humorísticos, temporadas danzarias y circenses.
Entre las personalidades que han pasado por su escenario se encuentran Ernesto Lecuona, Rita Montaner, Moisés Simons, Esther Borja, Rosita Fornés, María de los Ángeles Santana, Elena Burke, Benny Moré, Bola de Nieve, Adalberto Álvarez, Chucho Valdés, Juan Formell, Josephine Baker, Alfredo Sadel, Sara Montiel y Libertad Lamarque.
Art Decó
Junto al Edificio Bacardí, en sus inicios sede de la firma ronera Bacardí, el edificio de apartamentos López Serrano ubicado en la calle 13 esquina a L, en el Vedado, y el Hospital Municipal de Maternidad América Arias, conocido como Maternidad de Línea, el edificio donde se encuentra el Teatro América constituye uno de los principales exponentes del Art Decó en La Habana, movimiento de diseño que tuvo su momento de esplendor en Cuba entre 1923 y 1940.
Diseñado por los arquitectos Fernando Martínez Campos y Pascual de Rojas, inicialmente contó con 67 apartamentos, un cine y un restaurante-cafetería.
Propio del Art Decó, la construcción es simétrica y minimalista y la fachada, de mayor altura, adquiere jerarquía.
En el interior del teatro se emplearon soluciones circulares, como la implementación de escaleras desde el vestíbulo que llevan a los distintos niveles. La sala de espectáculos cuenta con una sucesión de bóvedas en forma de concha, que continúan en la cubierta del balcón.
Además se nota una fuerte influencia del Rockefeller Center y del Radio City Music Hall, de Estados Unidos, donde estaba en auge el Art Decó durante estos años.
Contrario a lo que ocurre con muchas edificaciones habaneras, el Teatro América mantiene un buen estado de conservación y aún es admirado tanto por los cubanos como por visitantes extranjeros.
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